Contador partidor dativo

En un post anterior os expliqué que es un contador partidor. Ahora vamos a dar un nuevo paso y os contaré que es un contador partidor dativo, figura diferente del contador partidor testamentario

Contador partidor testamentario.

La forma habitual de designar un contador partidor consiste en nombrar a una persona como tal en el testamento por el propio testador: estaríamos ante el contador partidor testamentario.

El contador partidor testamentario, al estar nombrado por el testador en su propio testamento se supone que es una persona de confianza del testador y que conoce las intenciones del testador.

Partiendo de esta premisa, cuando el contador partidor dativo realiza el reparto no  hace falta que los herederos den el visto bueno, sino que lo que diga el contador partidor es definitivo. (salvo impugnación en los tribunales por parte de algún heredero)

Pero puede darse el caso de que el testador no haya nombrado contador partidor o que, habiéndolo nombrado, éste haya fallecido o no quiera aceptar el cargo.

Si, no pudiendo actuar el contador partidor testamentario, los herederos no se ponen de acuerdo, es evidente que tienen un problema.

Falta de acuerdo

La falta de acuerdo puede venir por muchos motivos; simplemente porque no existe un acuerdo entre los herederos o, y es más normal de lo que parece, porque uno de los herederos se cree perjudicado por cualquier causa, y se niega a firmar si no se le compensa de alguna manera.

Para repartir la herencia es necesario que firmen todos los herederos; si falta la firma de alguno de ellos no cabe la posibilidad de que se repartan los bienes. Teniendo en cuenta esa premisa, a un solo heredero le cabe bloquear la herencia.

En estos supuesto, y para poder partir la herencia, es evidente que habrá que acudir a algún mecanismo que haga que resulte posible partir la herencia y, en principio, hay dos posibilidades

• Acudir a un juicio de testamentaría
• Nombrar un contador partidor dativo

¿Qué hace un contador partidor dativo?

No se puede olvidar que el contador partidor dativo es, antes que nada, un contador partidor, de manera que, en principio, puede realizar las mismas funciones y labores que el contador partidor testamentario con alguna diferencia.

El contador partidor dativo es un profesional del derecho, con conocimientos (se supone) especiales en derecho de sucesiones al que se le faculta para que lleve a cabo las operaciones testamentarias para las que sea designado.

Inventario

En primer lugar, el contador partidor dativo, elaborará el inventario de los bienes que se van a repartir; es evidente que, para ello, deberá contar con la colaboración de los herederos para poder recopilar la información.

Por supuesto, el contador partidor dativo puede acudir a los bancos y registros para poder recopilar la información, y está facultado para ello.

La realidad es que si se ha nombrado un contador partidor dativo es que alguno de los herederos ha interesado ese nombramiento y, por lo tanto, seguro que ese heredero le facilitará información sobre los bienes.

De hecho, para poder solicitar el nombramiento del contador partidor dativo, tienen que pedirlo herederos y legatarios que representen, al menos, el 50% del haber hereditario, de manera que, en el momento del nombramiento, ya debe haber una propuesta de inventario.

Reparto

Cada profesional tiene su manera de trabajar. En mi caso me pongo en contacto con todos los herederos para ver la forma en la que pueda ser más lógico repartir los bienes.

Intento llegar a un acuerdo con todos los herederos. Es evidente que el reparto no va a satisfacer a todos los herederos al 100% pero, como me dijo en una ocasión un Juez, “el mejor acuerdo es aquél en el que todas las partes salen enfadadas”

De momento, en todas las ocasiones en las que he sido designado contador partidor dativo, he conseguido que todos los herederos den el visto bueno.

¿Qué pasa si un heredero no está de acuerdo?

El contador partidor testamentario puede distribuir los bienes sin contar con la aquiescencia de todos los herederos. Como os he dicho, el contador partidor testamentario cuenta con la confianza del testador y, se supone, que tiene un conocimiento de lo que éste quería.

Sin embargo, el contador partidor dativo, conforme lo dispuesto en el artículo 1.057, precisa que, después de realizar la partición, sea confirmada por todos los herederos y legatarios.

Si no reúne la confirmación de herederos y legatarios, la partición “requerirá aprobación del Secretario judicial (actual LAJ) o del Notario”

Nombramiento del contador partidor dativo

Tal como prevé el artículo 1057 del Código Civil, el nombramiento del contador partidor dativo se puede solicitar ante lo puede nombrar tanto el notario como el LAJ, pero resulta mucho más habitual que se haga ante notario que judicialmente, tanto por rapidez como por costes.

Para que el contador partidor dativo sea nombrado, dicho nombramiento tiene que ser solicitado por herederos y legatarios que representen, al menos, el 50% del haber hereditario.

El nombramiento de dicho contador partidor no recae, directamente, en el LAJ ni en el notario, sino que, ante la petición de nombramiento, se solicita del Colegio de Abogados de la zona que designe un profesional de entre los que se encuentran apuntados en el listado de Contadores Partidores.

Es el Colegio de Abogados el que designa, por turno, el contador partidor y lo notifica al notario o al LAJ

Honorarios

El contador partidor dativo es un profesional del derecho y, por lo tanto, cobrará por su trabajo de la masa hereditaria.

Los honorarios variarán dependiendo del haber hereditario y del trabajo que tenga que desempeñar. En cada zona el importe será diferente, por lo que no resulta posible realizar un cálculo, ni siquiera, aproximado el coste de su trabajo.

En el momento en que el contador partidor es nombrado, éste va a realizar su trabajo y a devengar los honorarios.

Antes de iniciar esta vía, resulta interesante que todos los herederos sean conscientes del posible coste, para ver si les interesa llegar a un acuerdo antes de hacer incurrir a la masa hereditaria en un coste que, con un poco de voluntad, puede ser evitado.

Conclusión

En muchas ocasiones resulta interesante el nombramiento de un contador partidor dativo cuando no se vislumbra otra posibilidad de llegar a un acuerdo.

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